A lo largo y ancho del mundo he podido ver muchas cataratas.
Las mas
impresionantes, las de Iguazu
En mi crucero a los fiordos vi muchísimas cascadas¡¡
Algunas son muy originales como las Siete Hermanas (siete pequeñas caídas paralelas)
en el fiordo Geirangerfjord (fiordo inscrito como
patrimonio de la Humanidad desde el 2005).
O las impresionantes del fiordo Sognefjord, el fiordo más largo de Noruega que se
extiende por 204 km y se caracteriza por su incontaminada naturaleza y sus
numerosas cataratas y montañas. En él está el glaciar de Jostedalsbreen, el más
grande del continente europeo y tiene 487 km2. Recorriendo uno de los brazos
del fiordo, el Aurlandsfjord, llegamos a la ciudad de Flam, en la parte
inferior de un valle pintoresco llamado Flamsdalen.
Por la carretera de Staheimskleiva,
construida entre 1842 y 1846, que es una de las mas escarpadas del norte de
Europa se pueden ver dos cascadas impresionantes: la cascada
de Stalheimsfossen de 126 metros y la cascada de Sivlefossen de 142 metros.
Además, he podido maravillarme con la Catarata Varone, que vimos
en nuestro viaje al lago de Garda, en Italia de pura casualidad ya que vimos
algunos carteles en la carretera que lo anunciaban asi que decidimos ir.
Llegamos media hora antes de que cerraran, asi que con sólo una familia mas,
pudimos ver la enorme caída con un mirador suspendido en medio de la nada desde
donde acabas totalmente empapado, no apto para personas con vértigo.
En Japon pude ver la cascada Kegon (la
tercera con más caída de Japón, con 97 m de altura). Se formó hace unos 20.000
años cuando el río Daiya fue desviado por los flujos de lava del volcán
Nantai. Otras doce cascadas más pequeñas están situadas detrás y a los lados de
la cascada Kegon, fluyendo el agua a través de numerosas grietas entre la
montaña y los flujos de lava. La cascada tiene mala fama porque en ella se
producen algunos suicidios, especialmente entre la juventud japonesa. Misaco
Fujimura (1886-1903) fue un estudiante de filosofía y poeta japonés que hizó un
reconocido poema de despedida escrito directamente en el tronco de un árbol
antes de suicidarse saltando desde la cascada. La historia fue pronto recogida
en forma de sensacionalista en los periódicos de la época y fue comentada por
el famoso escritor Soseki Natsume. Esto hizo que la famosa y pintoresca cascada
se convirtiera en un lugar conocido por los amantes y jóvenes desesperados para
quitarse la vida.
En Córcega vi un pequeño salto frente a
estos otros que estoy hablando, jeje. Los griegos habían bautizado esta isla como
“Kaliste” (“La más bonita”). Hoy, se conoce a Córcega con el nombre de “Isla de
la Belleza” gracias a sus playas de arena fina y al ser una montaña en el mar,
porque es de las islas más verdes de la zona. Como decía la guía, los corsos de
verdad prefieren la montaña y ese es su territorio, no las playas. Las montañas
abarcan dos tercios de la isla, formando una única cadena montañosa, con más de
20 picos de más de 2000m y el Monte Cinto de 2706 metros de altitud. Asi, no es
de extrañar que tengan entre otras cosas cascadas. La que vimos fue las gargantas de Prunelli,
un bonito salto con una cascada entre montañas que se encontraba a la derecha
de un puente tan estrecho que sólo podía pasar un coche a la vez.
Por ultimo, aquí en España pude ver muchísimas
cascadas en el Monasterio de Piedra , realmente increíble y cerquita para poder
apreciar esta fenómeno de la naturaleza.
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