Andando por los alrededores del acueducto, rápidamente te encuentras al torcer la curva con una casa con una fachada muy original, ya que está llena de relieves en su fachada, mas bien de picos, cosa que le da el nombre a Casa de los Picos.
Fue construida en el siglo XV por Juan de la Hoz,
siendo su promotor Lopez de Ayala, cuyo escudo se puede ver aun en la puerta de
acceso. A la muerte del matrimonio, su hijo la vendió a Juan de la Hoz, quien
se fue a vivir allí en el siglo XVI, y decidió cubrir la fachada con los picos
para evitar que se asociara con su pasado. Según algunos aquí vivió el verdugo
de la ciudad de origen judío, según otros, perteneció a un moro rico. Sea por
lo que sea, se cambio la decoración y la verdad que todo un acierto.
Tiene varias leyendas, siendo una que debajo de uno de
los picos, o diamantes como otros los llaman, (hay más de 350) hay un tesoro.
Otra leyenda mucho más impactante es la de que el
propietario fue a la guerra contra los musulmanes en Sierra Morena durante la
cual apresó a Abu-Djavar, sometiéndolo a una gran tortura. Cuando volvió tuvo
una hija llamada Guiomar. Al crecer, ésta tuvo un pretendiente que la dejo
embarazada. Al enterarse su padre, se volvió loco y decidió hacer un pacto con
el diablo para llenar la fachada de garfios y que el pretendiente no pudiera
volviera a escalarla y entrar en la
residencia.
Estuvieron vigilando pero el chico no volvió, y al día
siguiente el padre recibió una nota donde le decían que el pretendiente era el
hijo de Abu Djavar, de forma que eso era su venganza por la tortura de su
padre.
El propietario enloqueció del todo e hizo exorcizar la
casa, de forma que los garifos que estaban saliendo se convirtieron en los
picos que se ven hoy en día.
Indicaba el cartel explicatorio que justo al principio
de la casa se abria la Puerta de San Martin, principal acceso al recinto
amurallado, demolida en 1883, pero de la que aún se pueden ver fotos en el
cartel y en internet. Estos carteles estan en español, inglés y francés, lo
cual potencia mucho el turismo en la zona.
A mí al verla me llamo mucho la atención y me recordó a
la casa de las conchas de Salamanca, y pensé que algo tenía que ser. La primera
vez no me paré en el cartel explicatorio, pero ya a la siguiente me detuve para
ver en detalle la historia que contaban estos maravillosos paneles que en ciudades
pequeñitas como esta te permiten poder recorrerla sin guía y enterarte de lo más
importante de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario