Una visita imprescindible si visitas Milán es ir a ver la Ultima cena de Leonardo de Vinci.
En contra de lo que puedes pensar de primeras, no está en un museo, asi que no pienese en acudir a uno. A la contra, esta en la Iglesia Santa Maria della Grazie.
Para poder verla, hay que pedir cita con mucho tiempo, a veces hasta dos meses. Se puede hacer online sin problemas.
Cuando llegas, esperas a tu hora y vas pasando en pequeños grupos al interior para ver la pintura. Puedes alquilar la audioguia, que viene muy bien cuando estas delante de la pintura, ya que alli no vas a tener ninguna explicación adicional.
Hoy en dia puedes saber mucho ya que se contaba en la pelicula de El Codigo da Vinci, pero si te gusta la historia, vas a poder disfrutar mucho de ella.
Dentro, tienes 15 minutos para poder apreciar el mural que está en una sala hermética cerrada.
Yo pensaba que era un cuadro, pero no, mi sorpresa fue al ver que era una pintura mural realizada a finales del siglo XV, que se encuentra sobre una pared donde se pintó directamente, en el refrectorio del convento dominico.
La pintura fue elaborada ara Sforza. No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido, de ahí que se hayan conservado peor los colores frente a un fresco tradicional. Para muchos, es la mejor obra del mundo.
En contra de lo que puedes pensar de primeras, no está en un museo, asi que no pienese en acudir a uno. A la contra, esta en la Iglesia Santa Maria della Grazie.
Para poder verla, hay que pedir cita con mucho tiempo, a veces hasta dos meses. Se puede hacer online sin problemas.
Cuando llegas, esperas a tu hora y vas pasando en pequeños grupos al interior para ver la pintura. Puedes alquilar la audioguia, que viene muy bien cuando estas delante de la pintura, ya que alli no vas a tener ninguna explicación adicional.
Hoy en dia puedes saber mucho ya que se contaba en la pelicula de El Codigo da Vinci, pero si te gusta la historia, vas a poder disfrutar mucho de ella.
Dentro, tienes 15 minutos para poder apreciar el mural que está en una sala hermética cerrada.
Yo pensaba que era un cuadro, pero no, mi sorpresa fue al ver que era una pintura mural realizada a finales del siglo XV, que se encuentra sobre una pared donde se pintó directamente, en el refrectorio del convento dominico.
La pintura fue elaborada ara Sforza. No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido, de ahí que se hayan conservado peor los colores frente a un fresco tradicional. Para muchos, es la mejor obra del mundo.
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