Cuando
hicimos nuestro viaje a Roma (viaje a roma)
tuvimos la suerte de que justo fue el maratón
de esa ciudad. Como negativo fue que el propio día estaba todo cortado y
colapsado, así que tuvimos que cambiar nuestros planes. Intentamos ir en metro,
pero abarrotado y con la mitad de las estaciones cerradas, así que al final
logramos alejarnos un poco de todo y terminamos yendo andando.
Lo bueno, es que pudimos ver esta prueba en el lugar
donde se originó.
La
leyenda dice que en Atenas las mujeres esperaban saber si sus maridos ganaban o
perdían la batalla de la llanura de Maratón (a 42 km de la ciudad) debido a que
sus enemigos persas habían jurado que tras vencer a los griegos irían a Atenas
a saquear la ciudad, a violar a sus mujeres y sacrificar sus niños. Los griegos
decidieron evitarlo de forma que si no recibían noticia de la victoria en 24
horas, se suicidarían. Los griegos ganaron, pero les llevo más tiempo del
esperado, así que el general ateniense Milciades el Joven, decidió enviar un
mensajero a dar la noticia. De esa forma Filipides tuvo que correr la distancia
para dar la noticia, después de haber estado combatiendo todo el día. Tomo
tanto empeño en llegar pronto que cuando llego cayó agotado y antes de morir
sólo pudo decir una palabra, Niki, victoria en griego antiguo.
Esta
prueba aparece en el libro de Matilde Asensi de El ultimo Catón, donde tienen
que hacer ese mismo recorrido en unas cuantas horas. Al ser un libro que me
gusta muchísimo, me encanto el poder ver el maratón recorriendo las calles de
Roma.
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