En mi ultimo viaje a Baviera tuve una de las experiencias
viajeras mas duras de mi vida, visitar un campo de concentración. Lo incluí al
principio en el itinerario, luego lo quite ya que al ser navidad y tener
mercadillos navideños no pegaba mucho, pero finalmente cuadro el ir a verlo ya
que esta muy cerca de Múnich y a pocos minutos del aeropuerto, así que con
coche llegas enseguida y de allí al aeropuerto estas en 20minutos.
Al llegar hay dos parkings, uno gigante a la entrada para
autobuses (aunque no estaba señalizado ya que estaban de obras) y otro para
coches. Aparque en el de autobuses y no pague nada ya que no había nadie
vigilando, ni máquinas, ni nada…
La verdad que no había buscado mucha información con lo que
estaba bastante perdida. De esa forma, seguí a la gente y vi un edificio, así
que entré a preguntar. En información me dieron un plano gratis y nada más, con
lo que empecé a pensar que me había confundido de sitio. De ese centro de
visitantes, salen muchas visitas organizadas en varios idiomas si quieres cogerlas,
a precios muy bajos, 2 o 3 euros
dependiendo del idioma. También puedes contratar una audio guía por menos de 4
euros.
Al salir yo no veía nada parecido a un campo de
concentración, lo cual unido a que no había pagado entrada, me hacia seguir
pensando que no estaba en el sitio correcto, ya que al otro lado de la
carretera había unas grandes chimeneas y pensaba que era allí. Aun así, decidí seguir
a la gente nuevamente, que iban por un camino lleno de fotografías con
explicaciones, donde te iban dando detalles del campo.
Pensé que la visita era eso, hasta que llegué a los restos
de la vía del tren. Aquí ya empiezas a darte cuenta de que si, que estas en el
sitio correcto, desgraciadamente. Hoy en día no queda mucho de las vías, pero se
ven trozos y un pequeño anden, aunque las fotos que acompañan todo el campo son
tan explícitas, así como las explicaciones, que te imaginas totalmente como fue
antaño.
Justo al lado de las vías, las famosas puertas que dan
acceso al campo con la frase más fotografiada de todos los campos, "Arbeit
macht frei'" (el trabajo te hace libre) (la gente llegaba a esperar que no
pasara nadie, para cerrar la puerta y hacerle fotos…), y de ahí, empiezas a
sumergirte en la barbarie humana. Tengo que decir que al menos las fotos no
eran tan duras como podría haber esperado, ya que en general las personas no
estaban desnutridas, ni haciendo muchos trabajos forzosos, y demás, aunque las explicaciones
sí que son más duras de leer, aunque alguna hay, en especial en la zona de las
alambradas o en los crematorios.
Si ponemos algún dato técnico que puedes encontrar tanto en
internet como en los carteles informativos del campo, fue construido sobre una fábrica
de municiones en desuso y se uso desde marzo de 1933 al 29 de abril de 1945, 12
años¡¡¡ En 1936 se hizo una nueva puerta de entrada y en 1937-1938 los
prisioneros tuvieron que demoler el antiguo centro y construir uno nuevo.
Fue el primer campo nazi abierto y estaba destinado a presos
políticos, de forma que al principio no llevaban uniformes, no les rapaban el
pelo ni nada, aunque pronto cambiaron el concepto y las condiciones de los
prisioneros... La organización básica, así como los planes de construcción
fueron desarrollados por Theodor Eicke (comandante ruso), y fueron aplicados
para todos los campos posteriores. Eicke se convirtió posteriormente en
inspector jefe de todos los campos de concentración, responsable de moldear los
otros de acuerdo con su modelo. Según indican en la Wikipedia, fue escenario de
castigos tremendamente crueles, sobre todo en la etapa en que lo gobernaban la
SS, y el modelo a imitar por otros
campos por ser bastante ordenado y eficaz. Según pude oír a una guía, les
ponían a trabajar a destajo, llevando carretillas de tierra sin parar, llegando
al punto de tener que seguir transportando las carretillas incluso cuando ya no
había tierra ni nada que trasladar, para que no pararan y terminaran
exhaustos. En total, más de 200.000
prisioneros de más de 30 países pasaron por el campo, donde a partir de 1941
comenzaron los exterminios, llegándose a asesinar más de 40000 personas.
Dentro, puedes visitar la cárcel, donde algunas celdas están
abiertas y puedes meterte dentro, lo cual impresiona, pero mas aun cuando lees
que muchas de estas celdas se reducían a la mitad de espacio poniendo un falso
techo para que los presos no pudieran tumbarse ni estar de pie. También había
datos de experimentos médicos en la zona de los interrogatorios de la Gestapo y
la enfermería, donde explicaban bastante de pruebas de supervivencia realizadas
para que los pilotos pudieran aguantar más en el aire en condiciones extremas,
en el mar si caían en el agua congelada, pruebas con malaria, siendo el primer
campo donde se hicieron experimentos con prisioneros.
Al lado varios pabellones donde dormían los prisioneros. Han
dejado pocos, y muchos los han convertido en una especie de centro de
exhibiciones con detalles como insignias de los nazis, fichas técnicas de los
prisioneros, fotografías, y luego algún barracón se conserva con las camas y
literas que tenían.
Luego hay una gran explanada “the camp road” con las zapatas
y números que ves que era el sitio donde estaban los barracones en esa época
(32 para ser exactos según indican los datos en internet, 34 en total
considerando prisión y el bunker). Al ir por esa avenida que es el único lugar
donde los prisioneros podían medianamente descansar o hablar con otros
prisioneros, te das cuenta de las terribles condiciones, ya que el viento y el
frio eran insufribles en ese punto, al estar totalmente al descubierto, con lo que
piensas en la cantidad de enfermedades que pudieron coger y transmitirse en
esas condiciones. Había una losa llamada la “roll call ground”, donde tenían
que estar parados por la mañana y por la noche, para recibir motivación,
independientemente de las condiciones climatológicas que hubiera. La tortura
era peor según indicaba un cartel, en caso de que no cuadraran los datos con
los prisioneros que contaban, o bien por intento de huida o bien por
enfermedades, etc, ya que entonces la tortura se alargaba por horas, llegando
muchos prisioneros a fallecer en las esperas.
Al final del campo, varias capillas que no se si existieron
en otra época o son modernas, de todas las religiones. Según indican los datos,
el campo acogió no solo judíos, sino también religiosos cristianos (cerca de
3000), como Testigos de Jehová, quienes fueron la única
confesión religiosa a la que se le asignó un distintivo específico (el triángulo
púrpura) en sus uniformes, por oponerse hasta las últimas consecuencias a la
ideología nazi. Y a la izquierda, tras una doble alambrada de pinchos
que rodea todo el campo, cruzando un puente que pasaba a través del campamento
de la SS, la parte peor de la visita y donde estuve muy poco rato, las cámaras
de gas y hornos de cremación que se construyeron en 1940. Gracias a dios, la
cámara de gas no estaba casi señalizada y la vi de soslayo ya al salir de ella
(afirman que no se uso), y los hornos, aunque vayas preparado a lo que vas a
ver, impresionan demasiado…
Desde luego, no es una visita para niños (de hecho incluso
no recomiendan la visita para menores de 12 años en el cartel), no se puede ir
ni con carritos ni sillas de ruedas porque la zona sin asfaltar, y no sé yo si
diría que es algo que hay que ver una vez en la vida… Yo con un campo, he
tenido mas que suficiente y no es algo que vaya a repetir adrede, y mejor en mi
caso ir sin guía, ya que con uno que te explique todos los detalles, creo que
hubiera sufrido mucho más…