Uno de los pueblos mas espectaculares de los Alpes bávaros en Alemania es sin duda Oberammergau, conocido mundialmente por sus casas pintadas.
La verdad que es una parada impresionante, sobre todo por la noche si te quedas a dormir, ya que se van las hordas de turistas que pueblan el lugar y permite pasear tranquilamente. Eche de menos alguna indicación de las casas mas relevantes, ya que de no haber sido por los blogs que había leído previamente, me habría ido sin ver las dos casas mas alejadas, las de Caperucita Roja y la de Hansel y Gretel.
La gracia del pueblo son las casas pintadas cuya historia se remonta al siglo XVII donde los habitantes del pueblo juraron que, si sobrevivían a una gran epidemia de peste que azoto la región, ellos en agradecimiento escenificarían la pasión de cristo, que fue el primer mural que se hizo y cuya tradición de rememorarlo se hace cada 10 años, siendo la próxima el año que viene (2020). Las entradas al evento van desde los 200 a 800 euros incluyendo noche de hotel en el pueblo, y hace unos años se agotaban hasta un año antes, aunque poco a poco ha ido cayendo algo el turismo, sobre todo de EEUU, y ahora se pueden encontrar entradas más fácilmente, aunque suele ser un evento bastante concurrido . Participan cientos de personas, pero todas deben haber nacido en el pueblo.
De todas formas, al ser navidad pensaba que iba a haber algún mercadillo o más ambiente navideño, y fue algo que me decepciono un poco, al igual que me paso en Mittwald, otro pueblo cercano, donde tampoco había mercado ya que era unas semanas después.
El pueblo en si es bastante pequeño, y se recorre bien en una hora, pero merece la pena dar varias veces la vuelta para ver las casas emblemáticas. La técnica que se usa es bastante conocida en Baviera, habiéndolo visto en otros pueblos y se llama "Lüftlmalerei" en honor justo a un pintor del pueblo que lo puso de moda, Frank Zwinch, que fue quien pinto la casa de Pilatos. Lo increíble y que es comentado casi siempre en los blogs, es que no se aprecia ningún desconchón y que el grado de conservación es increíble, más teniendo en cuenta las condiciones extremas de la zona de mucho frio en invierno y gran cantidad de nieve.
La que mas me gusto fue sin duda la de Hansel y Gretel, ya que esta entera decorada, teniendo un dibujo diferente del cuento en cada ventana, aparte que la casa es tremenda de grande. Esta bastante alejada del centro, teniendo que seguir la calle principal hacia la carretera de entrada del pueblo.
Por el camino antes de llegar a la casa ves otra que tiene un mural de los trotamusicos muy graciosa y la otra famosa, la de Caperucita, que también es increíble y tiene un grado de detalle bárbaro.
Dentro del pueblo en si, destacan las casas de la Pasión de cristo, la de Poncio Pilatos que afirman que se ve en 3D, aunque no logre ver dicha perspectiva, aunque lo ideal es perderse y poder ver las casas que hay en cualquiera callejuela con detalles de labranza, detalles en las ventanas, etc.
Igualmente, el pueblo, aunque pequeño, tiene dos tiendas de la famosísima cadena Kathe Wolfhart, que como siempre, son una delicia de visitar. Llevo unas cuantas encima, habiendo vistos als tiendas de Berlin , Riquewihr, dos en Nuremberg, dos aquí en el pueblo y 2 mas en la tienda pro excelencia de Rothenburg ob der tauber que simula un pequeño pueblo de navidad.
La otra razón por la que se conoce al pueblo es pro sus tallas de madera. Pude ver multitud de tiendas donde se vendían tallas impresionantes, bellamente repujadas aunque eso sí, a precios prohibitivos menos que seas un gran aficionado a este arte escultórico.
Para comer o cenar, hay algún restaurante en hoteles y yo cene en especial en un italiano con pizzas al horno de leña a muy buen precio y de buenísima calidad. Se llama Trattoria Italiana y esta en la calle Dorfstraße 45. Hare valoración aparte del mismo como en otras ocasiones.
Para aparcar, lo mejor es aparcar un poco fuera del pueblo que es gratuito, ay que las distancias son pequeñas y dentro el parking es de pago.
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