En Kenia (Viaje a Kenia), hay un parque
maravilloso que es el Samburu. Esta al norte del país y tiene un aspecto
inusual, ya que es bastante desértico e inhóspito, con grandes llanuras sin
prácticamente vegetación, enormes termiteros, rocosas laderas montañosas, agua
con muchísimos sedimentos, etc., lo que ha llevado a los animales a evolucionar
de forma que en este sitio puedes ver cinco especies únicas: cebra de Grevy,
oryx beisa, avestruz somalí de patas azules, gerenuk y jirafa reticulada.
Elegimos el itinerario que
lo incluía después de leer muchos foros, ya que no es uno de los parques
típicos a visitar, pero desde luego quien lo hace, no se arrepiente. De volver
a ir a Kenia, sería un parque que repetiría sin dudarlo, al igual que el Masai
Mara.
La cebra de Grevy, en peligro de extinción, que es el equinoccio
salvaje más grande del planeta. Es una cebra normal pero más dócil y fácil de
entrenar. Se distingue por tener rayas más estrechas, vientre blanco y orejas
redondeadas como las del oso. Forman grupos más pequeños que las cebras
comunes. En lugar de harenes, cada macho se apropia de un territorio y en época
de celo copula con las hembras que entren en él. Llegó a habitar todo el Cuerno
de África, pero hoy en día casi todas están en Samburu, unas 1500-2000 cebras.
Come hojas y ramonea hojas, sobre todo en época seca e este parque. No depende
tanto del agua, ya que en este parque escasea más de forma que puede estar dos
o tres días sin líquido. La que vimos era un macho sólo, ya que como nos
explicó el guía, cuando se hacen mayores se alejan de las mandas y viven
apartados.
El segundo animal que
vimos fue el Gerenuk, gacela jirafa.
Se distingue de la gacela e impala por su larguísimo cuello que aprovecha para
alimentarse, alzándose sobre sus patas traseras con el cuello estirado para
masticar las hojas que no pueden alcanzar otros antílopes. No comen pasto, ni
requieren agua ya que reciben líquido de las plantas, así que pueden vivir muy
bien en este parque, sobre todo en las zonas secas de arbustos espinosos. La
cabeza es pequeña en comparación de su cuerpo, aunque tiene grandes ojos y
orejas. Solo los machos tienen cuernos. Son marrones en la parte alta de la espalda
y más claro por los lados. La cola termina en un mechón de pelo negro. Marcan
su territorio en las hojas con una sustancia olorosa que segregan por los ojos
similar al alquitrán. Es un animal casi amenazado.
La tercera especie
especial que vimos es la jirafa
reticulada. Se diferencian de otras por las manchas de su lomo. En este
caso son manchas poligonales de color castaño con bordes blancos. Está
amenazada y es propia de los parques del norte de África. Su nombre técnico,
Giraffa camelopardalis, viene de Julio Cesar que introdujo la primera jirafa en
Europa de sus campañas en Asia Menor y Egipto, al que bautizaron como
cameleopardo, cruce entre camello y leopardo al no saber qué animal era.
El cuarto animal es el oryx, gran antílope que como característico
tienen sus impresionantes cuernos que se elevan rectos y anillados con una
altura de más de un metro. Van en mandas de hasta 10 individuos y pueden
resistir sin agua obteniéndola de las plantas, como el gerenuk. Como
peculiaridad, pueden aumentar la temperatura de su cuerpo para poder irradiar
calor al ambiente en lugar de absorberlo, y así refrescarse.
El ultimo animal endémico
de este parque es el avestruz somalí de
patas azules, que lo vimos justo cuando ya nos íbamos del parque y al que
persiguió el guía como loco, ya que corren muchísimo. Es característica por
tener el cuello azul. Como otras especies de avestruces, tiene un gran
dimorfismo sexual, de forma que el macho tiene el pelaje más oscuro y es mucho
más grande, mientras que la hembra tiene el pelo gris o marrón. Suelen ir en
parejas. La creencia es que entierra su cabeza si ve un peligro, pero eso es
falso. Lo que hacen es bajar la cabeza a ras del suelo para pasar
desapercibidos y parecer un arbusto.
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